Contención emocional para la continuidad operacional
El plan paso a paso de retorno a la nueva “a-normalidad” que se encuentra en aplicación por parte de las autoridades sanitarias de nuestro país, ha dejado en evidencia la importancia del autocuidado que debemos tener todos los chilenos para evitar posibles retrocesos en el contagio o el tener que vivir una nueva etapa de confinamiento. Esta situación de incertidumbre e incluso cierta inestabilidad, sin duda alguna, afecta la moral de la fuerza laboral, que, más allá de la modalidad en la que se encuentre desarrollando sus labores o funciones, puede ver comprometido su estado de ánimo o su salud mental.
Por Carlos Pérez, psicólogo laboral, asesor de empresas, socio Augura Advices SpA.
Es por esto, que las empresas, sin importar su tamaño, deben realizar los esfuerzos necesarios y suficientes para implementar planes y programas destinados a brindar a sus empleados los cuidados en materia de salud mental, todo ello con la finalidad de promover una organización saludable con trabajadores sanos, física y mentalmente.
La crisis del coronavirus no solo nos ha hecho perder crecimiento económico, competitividad o continuidad operacional en el mundo de los negocios, nos ha afectado en el contacto social desarrollándose diversos temores ante la pérdida del sentido de previsibilidad, falta de control del futuro y, por sobre todo, la sensación de culpabilidad al no ser capaces de proteger a nuestros cercanos ante la presencia del virus.
Carlos Pérez Vargas, psicólogo laboral, asesor de empresas, socio Augura Advices SpA.
Rol del empleador frente al coronavirus
Toda esta nueva forma de trabajar que nos impone el coronavirus, trae aparejada una nueva forma de tratar a los empleados, recayendo sobre el empleador la responsabilidad de otorgar cierto grado de contención emocional para los trabajadores. Para esto pueden aplicarse diversas técnicas o procedimientos, tales como las declaraciones preventivas de salud, la implementación de línea de contención lideradas por personal calificado del mundo de recursos humanos con el objeto de conocer los estados de ánimo del personal , el simple envío de mensajes de autocuidado emocional, o el desarrollo de charlas online con recomendaciones en torno a la efectiva administración de las emociones en épocas de pandemia, todo esto con la visión de mantener la adecuada motivación del trabajador.
Las empresas que no implementen medidas de esta naturaleza tendrán dificultades para alcanzar niveles óptimos de rendimiento y lograr el desempeño financiero esperado. La actividad de distancia social y la distribución de elementos de protección personal, EPP, tales como guantes y mascarillas, no son suficientes para lograr el bienestar del personal. Los empleadores no deben “lavarse las manos” por más de 20 segundos y para ello se requiere demostrar con hechos concretos una verdadera preocupación por el bienestar emocional del personal, tanto físico como mental.
