Coronavirus pone en riesgo proyecto de descontaminación en el Ártico
Junto con la Antártica, el Ártico era hasta no hace mucho uno de los lugares donde la presencia humana era casi inexiste. Situación que ha cambiado dramáticamente con residuos de este tipo en la costa, mar abierto, sedimentos, y en organismos vivos.
Por Rodrigo Muñoz Mena
Junto con la Antártica, el Ártico era hasta no hace mucho uno de los lugares donde la presencia humana era casi inexiste. Situación que ha cambiado dramáticamente con residuos de este tipo en la costa, mar abierto, sedimentos, y en organismos vivos.
Muchos de los residuos provienen de la actividad humana que realizan los países que limitan con el Ártico, como la pesca y piscicultura, pero también una importante parte llega de todo el mundo, arrastrados por las corrientes oceánicas. Estudios recientes revelan también que el Ártico puede recibir plástico desde la atmósfera. La nieve que cae en el polo norte contiene pequeñas partículas de plástico y los ríos se han convertido en un medio de transporte de residuos de la tierra al mar, con los grandes ríos de Rusia que desembocan en el Ártico.
También las industrias que operan en la zona, son responsables de residuos. Y una de ellas, la industria de cruceros ha tomado medidas para mitigar su impacto. Desde hace 20 años AECO (Association of Artic Expedition Cruise Operators) involucra a sus pasajeros, cuando están en tierra, en la limpieza de basura en playas del archipiélago de Svalvard en Noruega.
Cuando los miembros de AECO – que agrupa a unas 70 empresas de crucero – llevan a sus pasajeros a tierra, estos tienen una oportunidad de darle un significado diferente a su viaje al participar en la limpieza de playas. Varias toneladas de desechos marinos han sido removidas de esta forma, dice Melissa Nacke, especialista en medio ambiente y gerente de proyectos en AECO.
La preocupación por limpiar el mar en el Polo Norte dio un paso más allá con la reducción del uso del plástico desechable en la industria con la implementación, hace dos años, del proyecto Rent Have (Mar Limpio). La iniciativa cuenta con el apoyo de Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y está financiado con aportes de AECO y de Svalbard Environmental Protection Fund, the Norwegian Environment Directorate, Ship to Shore through 1% for the Planet and Cheesemans’ Ecology Safaris.
La llegada de la crisis sanitaria del coronavirus hizo que los ingresos en la industria de cruceros bajaran bruscamente, con lo que también se vio afectado el proyecto. Ante esta situación, Handelens Miljøfond (Fundación Ambiental del Cámara de Comercio de Noruega) salió en ayuda con el aporte de 500 mil coronas, las que surgen de los asociados, entre los que se encuentran las grandes cadenas de supermercados. “AECO está muy satisfecha con esta donación de la Handelens Miljøfond, ya que nos permite continuar con el proyecto con gran impacto”, concluye Melissa Nacke.