Desafíos de Chile para construir flotas eléctricas sostenibles al 2050
Chile está comprometido con alcanzar la carbono neutralidad al 2050. Para ello debe cumplir desafiantes metas que involucran nuevas formas sustentables de producción, entre la que destaca la electromovilidad, la cual se espera que pueda aportar a la reducción de emisiones de forma transversal a nivel nacional.
Por Equipo de Preservar/Agencias.
La Estrategia Nacional de Electromovilidad establece que para 2035 todos los nuevos vehículos livianos y medianos, el transporte público -incluyendo buses y taxis- y la maquinaria de minería y construcción deberán ser cero emisiones; normativa que irá avanzando de forma gradual, sumando al 2040 la venta de maquinaria móvil menor (asociada a rubros de construcción, agrícola y forestal) y, al 2045, la venta de transporte de carga y buses interurbanos.
El desafío radica entonces en cómo las empresas podrán cumplir con esta normativa y construir flotas eléctricas sostenibles que permitan electrificar sus flotas a precios competitivos para seguir jugando como players activos en el mercado.
Miguel Oñate, director de Desarrollo de Negocios de Black & Veatch, explica que “hoy Chile está recién comenzando a entender las complejidades que implica la electromovilidad para uso masivo. La experiencia que tenemos es a nivel de estaciones de carga piloto en estaciones de servicio y en buses eléctricos de Red, pero aún el mercado de vehículos eléctricos no responde a las metas propuestas por el gobierno, y cuando eso ocurra, es muy probable que nuestra cadena de suministro y operación, incluyendo la infraestructura eléctrica, sea el mayor reto que enfrentamos como país. Por esta razón, el aporte de proveedores expertos en la materia es clave para apoyar a la industria nacional a alcanzar las metas propuestas”.
Basados en esta premisa, la compañía desarrolló el Ebook “10 pasos para construir flotas eléctricas sustentables” con el fin de para ayudar a los administradores de flotas y de sustentabilidad a enfocar la electrificación con un campo de visión más completo para planificar y desplegar una infraestructura de carga de vehículos eléctricos (VE) rentable, sustentable y resistente, así como sistemas de energía limpia.
“Avanzar en esta meta nacional no es tarea fácil, pero sin duda es muy posible si se desarrollan las acciones correctas. Detrás de los cargadores de VE hay elaborados sistemas de energía que, cuando están bien diseñados, proporcionan energía de manera eficiente y a un menor costo, en el momento adecuado y sin fallas, lo que facilita el poder escalar la carga de flotas, alcanzar objetivos operativos y crear un marco de sustentabilidad duradero”, añade Oñate.
Así, esta práctica guía de pasos para apoyar a que las empresas logren construir flotas eléctricas sustentables, detalla que “los administradores de flotas y sustentabilidad navegan por un laberinto de tecnologías, opciones de infraestructura y cadenas de suministro diferentes para cada organización. Algunos administradores electrifican la mayor parte de sus flotas, mientras que otros comienzan con un proyecto de prueba más pequeño para ayudar con la prueba de concepto pero, independientemente de la empresa, las flotas de vehículos eléctricos presentan una oportunidad sustancial para que las organizaciones reduzcan sus costos operativos e impulsen la adopción de un transporte libre de emisiones”.