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Un reciente estudio sobre la madurez de las acciones y la divulgación en torno a la protección de la biodiversidad ha revelado que el 88% de las empresas en Chile, Perú y Colombia incorpora este tema en sus informes de sostenibilidad del año pasado.

Por Equipo de Preservar/Agencias.

La investigación fue llevada a cabo por la Global Reporting Initiative (GRI), nuam—un holding regional que incluye las bolsas de valores de Santiago, Colombia y Lima—y PwC Colombia, una firma global de servicios profesionales en consultoría.

El análisis, presentado en el marco de la COP16, abarcó a 75 organizaciones de los tres países y mostró que, aunque un gran número de empresas menciona la biodiversidad, un 66% de ellas se sitúa en niveles básicos (1) e iniciales (2) de madurez en sus reportes. Solo el 33% alcanza un nivel intermedio (3), mientras que apenas el 1% se encuentra en un nivel avanzado (4).

Desglosando los datos por país, las empresas colombianas, que representan 18 de las analizadas, se hallan en un nivel intermedio de madurez en cuanto a sus acciones relacionadas con la biodiversidad. En contraste, las empresas chilenas, con 31 participantes, están en un nivel inicial, y las peruanas, que suman 26, se ubican en un nivel básico.

El estudio subraya que la pérdida de biodiversidad y el colapso de los ecosistemas representan amenazas significativas para el bienestar global. En este contexto, se destaca el papel crucial del sector empresarial, que complementa los esfuerzos del sector público y la sociedad civil en la conservación de los recursos naturales.

Gonzalo Riederer, socio de Auditoría ESG de PwC Chile, señala que “el reporte público sobre la gestión de la biodiversidad no es un fin en sí mismo. Los estándares de referencia permiten a las organizaciones evaluar su situación y áreas de mejora, siendo su verdadero valor el proceso más que el resultado”.

El estudio se basó en un sofisticado modelo de Inteligencia Artificial desarrollado por PwC, diseñado para analizar informes de sostenibilidad. Este análisis incluye recomendaciones y buenas prácticas para empresas cotizadas y no cotizadas, con el objetivo de fortalecer su gestión y reportes relacionados con la biodiversidad.

Entre los hallazgos más destacados, se observa que las divulgaciones más avanzadas incluyen políticas y compromisos en relación con la biodiversidad, así como iniciativas de innovación y mejora continua. Las áreas con mayores oportunidades de desarrollo se centran en el acceso y distribución de beneficios derivados de la biodiversidad, así como en la evaluación del impacto económico de esta.

El sector energético se posiciona como el más destacado en cuanto a la inclusión de la biodiversidad en los reportes, seguido por el sector tecnológico. Por otro lado, el sector agroindustrial muestra un desempeño que deja entrever amplias oportunidades para mejorar su reporte.

Para avanzar en la gestión de la biodiversidad, los autores del estudio sugieren fortalecer las capacidades internas de las empresas, realizar un análisis de doble materialidad robusto, asegurar el compromiso del liderazgo organizacional con la sostenibilidad, mejorar la gobernanza interna y fomentar alianzas estratégicas con otros actores relevantes.

Carlos Barrios, gerente de Sostenibilidad e IR de nuam, enfatiza que “la pérdida de biodiversidad es un riesgo creciente para la estabilidad del mercado de capitales. Las empresas ahora no solo deben ser Net Zero, sino también Nature Positive”. Resalta que el sector energético es el más avanzado en la mención de la biodiversidad en sus reportes, destacando la importancia de comenzar a reportar estos aspectos como una buena práctica.

Andrea Pradilla, directora de GRI para América Latina, añade que “la meta 15 del Marco mundial de la diversidad biológica Kunming-Montreal, discutida en la COP16, insta a las empresas a realizar un seguimiento y evaluación periódica de sus riesgos y dependencias en relación con la biodiversidad”. Recomienda el estándar GRI101 como una herramienta eficaz para guiar a las empresas en este proceso.

Finalmente, se hace un llamado a las empresas para que den el primer paso hacia la elaboración de reportes voluntarios, lo que les permitirá no solo celebrar sus avances, sino también reconocer de manera transparente las brechas y los siguientes pasos en la gestión de los impactos y riesgos relacionados con la biodiversidad.