Preservar

El plan “Paso a Paso” del gobierno está implementándose gradualmente en diversas comunas del país. Además del cumplimiento de las medidas preventivas dispuestas, resultaría muy conveniente, en los casos que sea posible, que las empresas ofrecieran una solución mixta de trabajo presencial y teletrabajo, y que los trabajadores modifiquen sus hábitos y conductas en pos de una mayor seguridad.

Por Carlos Pérez Vargas, psicólogo laboral, asesor de empresas, socio Augura Advices SpA.

El plan gubernamental “Paso a Paso Laboral” es una realidad en las comunas que han dejado el confinamiento. Se establecen medidas preventivas, que tanto empleadores como trabajadores deben adoptar para disminuir los riesgos de contagio. Las empresas de estas comunas están trabajando en una mixtura entre teletrabajo y presencial, siguiendo las recomendaciones sanitarias del plan. Por otro lado, las empresas en comunas no desconfinadas se preparan con implementos de seguridad y sanitarios, como alcohol gel, mascarillas, distancia social, entre otras, lo que se transformará en una nueva realidad, una nueva “a-normalidad” en el mundo laboral. Los principales riesgos están asociados a las aglomeraciones de personas, sobre todo en la atención de público, pero también en espacios comunes como comedores o ascensores.

Carlos Pérez Vargas, psicólogo laboral, asesor de empresas, socio Augura Advices SpA.

Relaciones laborales saludables: Responsabilidad compartida

Es por esto que las empresas deben reinventarse y ofrecer una experiencia laboral segura, y si es posible, un equilibrio entre el trabajo en la oficina y el teletrabajo. Por su parte, los trabajadores deben ser capaces de modificar sus hábitos conductuales o costumbres y dar paso real a la implementación de nuevos comportamientos que garanticen su seguridad y la de sus colegas de trabajo, por tanto, es una responsabilidad compartida que sin duda alguna viene a fortalecer las relaciones laborables saludables en pro de un buen vínculo.

El plan del gobierno delinea el nuevo funcionamiento, de todas las empresas que se vieron obligadas a cerrar durante la cuarentena, para que las personas puedan retornar a los lugares de trabajo de manera segura.

Según una encuesta de Laborum sobre las oficinas fuera del desconfinamiento, un 54,47% de los encuestados confirmó que la distribución de los espacios cambiaría luego de la pandemia y que, en su mayoría, responden a que antes de esta, las personas solían trabajar a una distancia menor a la recomendada por el plan “Paso a Paso laboral”. En este sentido, en una acción conjunta, empleador y trabajadores deben proponer soluciones creativas a estas dificultades prácticas las que son una necesidad vital para poder convivir bajo la nueva “a-normalidad” que viviremos desde ahora y por un buen tiempo más.

Algunos ejemplos consisten en diferir horarios o jornadas laborales (de almuerzo, ingreso o salida) en el caso de aquellos trabajadores que no tengan posibilidad de teletrabajo, y en todo el resto, seguir promoviendo el teletrabajo lo más posible.  Del mismo modo, resulta recomendable establecer un sistema de declaraciones preventivas de salud y asesorarse por expertos y/o especialistas capaces de generar los cambios conductuales en los trabajadores para prevenir y reducir la probabilidad de los contagios.

Lo desafiante de la nueva “a-normalidad” es que requiere buena voluntad de empresas y empleados para transformar el lugar de trabajo en un espacio seguro en términos sanitarios. En este nuevo escenario, el diálogo organizacional es fundamental para el cumplimiento de las medidas sanitarias y el “a-normal” funcionamiento de las organizaciones.