La sostenibilidad es algo más que el reciclaje: hacia una economía circular baja en carbono
Cuando las marcas hacen evolucionar sus organizaciones para incluir prácticas más sostenibles, los esfuerzos de reciclaje suelen ser la primera línea de acción. Pero el reciclaje es solo una parte de la ecuación.
Por Jason Pelz, Vicepresidente de Medio Ambiente de Tetra Pak para Américas.
En lugar de pensar en esfuerzos sostenibles de forma aislada, como, por ejemplo, reciclar con más frecuencia, adquirir productos de fuentes más responsables, reducir el consumo de agua y el desperdicio, las marcas pueden hacer la mayor contribución al ambiente impulsando una economía circular baja en carbono.
Con esfuerzos incrementales y una misión bien enfocada que se convierte en parte de la cultura de la empresa, las marcas pueden abordar la sostenibilidad en toda la cadena de valor, lo que afecta un cambio que es positivo para las empresas, los consumidores y el planeta.
Definiendo el Ideal
Lograr una economía circular baja en carbono es un estado ideal, y la forma de hacerlo es tan importante como el destino. Analicemos cada parte por separado:
Baja en Carbono, se refiere al acto de reducir o eliminar intencionalmente las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto es posible gracias a acciones como el uso de fuentes de energía renovables y un transporte logísticamente sólido, la reducción del consumo de energía y la adopción de consideraciones ambientales en la fabricación y envasado.
Una economía circular describe el enfoque sobre la regeneración de recursos naturales (es decir, el uso de fuentes renovables y productos ambientalmente racionales), la reutilización y reciclaje de materiales y la reducción de desechos, todo lo cual converge en un esfuerzo por disminuir el impacto ambiental.
Cuando juntamos estos dos conceptos, una economía circular – baja en carbono, se considera cómo se ve afectado el clima en toda la cadena de valor, desde la adquisición de materias primas hasta la fabricación y la ejecución. Tetra Pak describe los cinco componentes necesarios para lograr una economía circular baja en carbono:
Utilizar materiales obtenidos de forma sostenible, incluidas las materias primas renovables de origen vegetal.
Reciclar para reducir el desperdicio e incrementar la vida útil de los materiales utilizados (y reducir la energía y las emisiones para la producción de nuevos materiales).
Dar prioridad a operaciones bajas en carbono, lo que significa hacer que las operaciones sean eficientes y utilizar energía renovable libre de fósiles.
Resolver el problema de desperdicio de alimentos a través de la producción y el envase.
Promover la logística de bajas emisiones de carbono, incluido un envase innovador.
Dónde Comenzar
Las organizaciones pueden seguir dos fases principales para impulsar una economía circular baja en carbono.
Primera: Mirar el panorama general y la cadena de valor general. El cambio no tiene que ser inmediato o completo. El punto de entrada será diferente para cada marca, pero el cambio comienza desde el principio.
Segunda: Comunicar la importancia de una economía circular baja en carbono en toda la organización. El cambio comienza en la parte directiva. Los líderes deben involucrar a los empleados para impulsar el cambio dentro de la organización, así como en otras empresas e industrias. No alcanzaremos una economía circular baja en carbono trabajando de manera aislada. Tenemos que unirnos.
¿Por qué Reciclar No es Suficiente?
Transitar hacia una economía circular baja en carbono es un proceso continuo que no está limitado por ningún producto específico, pero las marcas de alimentos y bebidas están posicionadas para liderar el camino. Hay que considerar el reciclaje como un esfuerzo fundamental, y luego construir a partir de ahí.
Por ejemplo, en Tetra Pak, analizamos cómo podemos aumentar la conciencia ambiental en toda la cadena de valor. Nos aseguramos de que nuestros envases cumplan con los requisitos de contenido renovable (el cartón utilizado es de origen sostenible, las plantas de producción utilizan fuentes de energía renovables, etc.), pero también identificamos los procesos de producción que tienen más sentido ambiental. Entonces, si bien podemos fabricar una caja de cartón que sea 100% reciclable, si solo se puede producir con electricidad alimentada por carbón, entonces encontraremos una mejor opción.
Transitar hacia una economía circular baja en carbono significa examinar el ciclo de vida del producto para asegurarse de que cada punto del camino sea lo más sostenible posible. Incluso si hay 20 cosas que puedes arreglar y solo logras dos, aún estás impulsando el cambio. Todo cambio en nombre de la sostenibilidad es bueno y siempre habrá más que podamos hacer. El Reciclaje, que es solo un paso de muchos, aborda la etapa del final de la vida útil del producto.
Pero, en una economía circular baja en carbono, el final de la vida también es un comienzo.
Formar Embajadores de la Sostenibilidad
Las organizaciones que transitan hacia una economía circular baja en carbono tienen éxito cuando involucran a sus empleados no solo para llevar a cabo las mejores prácticas, sino también para ayudar a definir otras nuevas. Cuando los empleados son parte del proceso, se convertirán en embajadores de la sostenibilidad, influenciando a otros empleados y eventualmente a otros consumidores.
Tetra Pak y otras organizaciones han realizado una amplia investigación para concluir que los clientes quieren comprar marcas que “transitan el camino” cuando se trata de ecologismo. A medida que aumenta el sentimiento de los consumidores hacia las marcas que toman medidas para proteger el medio ambiente, las organizaciones deben intensificar los esfuerzos de sostenibilidad para seguir siendo competitivas.
Transitar hacia una economía circular baja en carbono se basa en cuatro pilares:
Maximizar el reciclaje.
Eliminar el desperdicio.
Proteger los recursos.
Reducir el impacto ambiental.
Cuando damos prioridad a los cuatro, se produce el cambio y el impacto se propaga positivamente en toda la organización, la industria y el planeta.