Plástico y medio ambiente: Una amenaza constante
Cada vez existe una mayor conciencia respecto del daño que provocan en el medio ambiente los residuos de productos elaborados en base al plástico. De acuerdo a datos de Greenpeace Chile, en nuestro país se generan hasta 25 mil toneladas de desechos, que en gran cantidad terminan depositados en vertederos y rellenos sanitarios.
Por Equipo de Preservar.
En el último tiempo se han concretado diversas acciones destinadas a revertir esta realidad, como por ejemplo, la ley que prohíbe que el comercio entregue bolsas plásticas y que el 3 de agosto cumplirá dos años.
Al respecto, Giovanni Calderón, Director Ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, ASCC, destaca que durante el primer año de implementación de esta iniciativa legal dejaron de circular más de 2.200 millones de bolsas plásticas, lo que significó un primer paso y que otro importante avance se dará con el acatamiento de la ley por parte las micro, pequeñas y medianas empresas.
Otro reciente logro está dado por el avance en el Parlamento de la ley que regula la entrega de plásticos de un solo uso o desechables en restaurantes, cafeterías, servicios de delivery y otros lugares donde se comercialice comida preparada.
Fomentar el ecodiseño y el uso de materiales biodegradables
Los residuos plásticos no solo quedan en vertederos legales o ilegales, sino que también contaminan el agua de ríos, lagos y océanos, dañando a la fauna marina. Incluso se plantea que alimentos provenientes del mar podrían contener microplásticos, pudiendo eventualmente dañar a quienes los consumen.
Más allá de los logros conseguidos en materia de disminuir estos desechos, Giovanni Calderón indica que la actual pandemia por Covid-19 ha derivado en una alta demanda de productos elaborados en base a plástico, como guantes y gorros sanitarios, protectores faciales y ropa desechable, además de envases para comida repartida por servicios de delivery, por lo que una vez superada esta crisis, la lucha contra los residuos plásticos deberá redoblarse.
“Cuando el mundo retome sus actividades normales, los gobiernos y las empresas deberán abrir oportunidades para la innovación y el ecodiseño, en la búsqueda de materiales biodegradables, reciclables y de bajo costo, que permitan acelerar la transición hacia un mundo sin plásticos”, concluye.