Proyecto de INIA busca reducir emisión de gases de efecto invernadero en cultivos de arroz
Desde 2018 el proyecto tripartito Fontagro “Más arroz con menos emisiones y menor uso de agua”, que integran Federación Nacional de Arroceros (Fedearroz) de Colombia y que co-ejecutan la Universidad de La Molina de Perú e INIA de Chile, trabaja por disminuir los volúmenes de uso de agua en los cultivos de arroz y la consiguiente reducción de la emisiones de metano.
Por Equipo de Preservar/Agencias.
El arroz como cultivo básico ha adquirido mayor importancia en los últimos años en América Latina y el Caribe reflejándose en el aumento del consumo per cápita. Los agricultores familiares (de menos de 10 Ha) en Colombia Chile y Perú cuyos medios de subsistencia se basan en la producción de arroz, enfrentan una variedad de desafíos, uno de los más apremiantes es el aumento de la variabilidad climática y la consiguiente disminución en la disponibilidad de agua durante ciertas etapas del cultivo del arroz.
La practica convencional de inundación continua en el cultivo de arroz tiene consecuencias ambientales negativas significativas, relacionadas con el aumento de las emisiones de metano. En consecuencia, el potencial de calentamiento global asociado a los sistemas de producción de arroz inundado es mayor que el de otros cultivos de cereales.
El proyecto Fontagro busca precisamente implementar mejores practicas que permitan reducir el consumo de agua y de metano. «Este proyecto es pionero en el tema, para los tres países y está enfocado hacia los pequeños y medianos agricultores, para ayudarles a enfrentar el aumento de la variabilidad climática y la disminución de la disponibilidad de agua durante ciertas etapas del cultivo del arroz”, explicó la investigadora de INIA Quilamapu, Viviana Becerra, quien coordina la iniciativa en Chile y donde participan los investigadores INIA Gabriel Donoso, Marta Alfaro y Sara Hube y el consultor Mario Paredes.
La profesional detalló que el rango de uso de agua fluctúa entre 12 mil y 18 mil metros cúbicos por hectárea en los tres países, razón por la cual se está trabajando en la disminución de esos volúmenes, sin que ello afecte la producción. La práctica de riego convencional de inundación continua en los cultivos de arroz, con uso excesivo de agua, “tiene consecuencias ambientales negativas relacionadas con el aumento de las emisiones de metano”. En tal sentido, explicó que “el potencial de calentamiento global, asociado con los sistemas de producción de arroz inundado, es mayor que el de otros cultivos de cereales” lo que motivó los trabajos para disminuir los índices.
La investigadora de INIA explicó que “mundialmente, el cultivo del arroz de riego aporta un porcentaje importante de los gases efecto invernadero que provienen de la agricultura, siendo necesario buscar tecnologías inteligentes que aseguren la producción y reduzcan dichas emisiones”. Además, señaló que “la investigación mundial ha identificado que el manejo del riego con alternancia de inundación y secado, puede ser eficaz para lograr ambos objetivos, reducir el uso de agua y disminuir las emisiones de gases efecto invernadero, aunque su adopción en gran escala requiere ajustes a nivel de cada región o país y un trabajo cercano con los productores para su implementación adecuada”. En tal sentido, confirmó que durante esta temporada se están realizando los trabajos de validación en campos de agricultores en los tres países participantes del proyecto.
Si bien los resultados preliminares indican que se ha logrado reducir el consumo de agua y gas metano, se presentó un leve aumento del óxido nitroso. “Los datos obtenidos corresponden a los primeros datos empíricos para los tres países, los cuales contribuirán a obtener los factores de emisión de cada país”, concluyó.