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En pleno período de vacaciones, son muchos los que desean bajar algunos kilos de más, tonificar su musculatura, o bien, mantener un determinado peso. Dado que en el actual escenario económico no siempre es posible pagar un gimnasio, expertos de Care Assistance entregan útiles recomendaciones para disfrutar el ansiado “verano sin polera” y, lo más, importante, vivir de manera saludable.

Por Equipo de Preservar/Agencias

Llega el verano, es el tiempo de sacar trajes de baño y usar ropa más ligera, lo que despierta en numerosas personas el deseo de cuidar su estado físico. Sin embargo, la situación actual de la economía impide a muchos contratar los servicios de un gimnasio.

Desde Care Assistance destacaron que ello no es impedimento para mantener las calorías a raya, ya que mediante un plan de actividad física que cada uno puede llevar a cabo por su cuenta, complementado con una alimentación sana y balanceada, es posible lograr un peso adecuado.

Francisca Rubio, Coordinadora General de la Clínica Virtual, señaló que “hacer ejercicios permite, además, cuidar nuestra salud física y mental. La Organización mundial de la salud (OMS) sostiene que los adultos deberían realizar al menos 150 minutos de actividad física aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa, o una combinación de ambas”.

Trotar, caminar, andar en bicicleta, practicar algún deporte o ejercitar en máquinas de plazas y parques puede ser una muy buena opción. “En estos casos, es importante hacerlo en horas que no haga tanto calor, como temprano en la mañana o el final de la tarde, manteniendo siempre una hidratación adecuada”, sostuvo. 

La profesional agregó que, junto con mantener un buen peso, la actividad física permite combatir enfermedades cardiovasculares y tensión arterial alta, entre otros problemas, además de mejorar el estado de ánimo.

Por su parte, Paloma Torres, Coordinadora del Equipo de Nutrición, comentó que tener hábitos de alimentación saludables, también ayuda a cuidar la salud y lograr un peso adecuado.

La experta precisó que una mala selección de alimentos, acompañada de sedentarismo, impacta en los índices de mal nutrición por exceso que presenta nuestro país. “Se debe disminuir el consumo de alimentos altos en grasas, como embutidos, cremas, quesos, mantequilla y mayonesa, entre otros; aquellos altos en grasas saturadas o fritos; los procesados o industriales; alimentos que presenten más de un sello de advertencia en su etiquetado nutricional y ricos en azúcar, como por ejemplo, productos de pastelería, chocolates y dulces”, dijo.

Concluyó que, además, una alimentación saludable mejora la digestión y el aspecto de la piel, aumenta el rendimiento físico y la energía, entre muchos otros beneficios.

Ambas profesionales informaron que Care Assistance cuenta con programas de apoyo en estos temas para que las empresas cuiden a sus colaboradores, abrazando la tendencia del wellbeing corporativo.