Reducir la contaminación ayudará combatir las superbacterias

9 febrero, 2023
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Imagen: UNICEF/Johanna Alarcón

La principal disminución debe venir de las industrias farmacéutica, sanitaria y agrícola. De no conseguirse, se perderán diez millones de vidas en un cuarto de siglo, habrá una caída del PIB de 3,4 billones de dólares anuales y un aumento de la pobreza extrema de 24 millones de personas. La situación afecta más a los países de renta baja en un nuevo ejemplo de desigualdad.

Por Equipo de Preservar/Noticias ONU

Hasta diez millones de personas podrían morir anualmente de aquí a 2050 debido a la resistencia a los medicamentos que han desarrollado algunas bacterias y otros microbios, según afirma el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en un informe presentado el martes en Bridgetown (Barbados).

Para reducir esas alarmantes cifras, el documento destaca la necesidad de reducir la contaminación, especialmente la generada por los sectores farmacéutico, sanitario y agrícola.

El PNUMA también pide que se refuercen las medidas para reducir la aparición, transmisión y propagación de «superbacterias» (cepas de bacterias que se han hecho resistentes a todos los antibióticos conocidos) y otros casos de antimicrobianos, que ya se están cobrando un grave tributo en la salud humana, animal y vegetal.

El estudio se centra en las dimensiones medioambientales de los antimicrobianos, que es como se conoce a las bacterias, virus, hongos y parásitos que dejan de responder a los medicamentos.

El creciente uso y abuso de antimicrobianos y otros factores de estrés microbiano (por ejemplo, la presencia de metales pesados y otros contaminantes) crean condiciones favorables para que los microorganismos desarrollen resistencia.

Esto, a su vez, plantea graves amenazas para la salud humana, animal, vegetal y medioambiental, la inocuidad de los alimentos, la seguridad alimentaria y la prevención, preparación y respuesta ante pandemias.

Los sectores farmacéutico, agrícola y sanitario son los principales impulsores del desarrollo y la propagación de los antimicrobianos en el medio ambiente, junto con los contaminantes procedentes de sistemas deficientes de saneamiento, alcantarillado y residuos municipales.

La resistencia de los microbios afecta de manera desproporcionada a los países de renta baja y media y contribuye a casi cinco millones de muertes al año, según el informe Global Research on Antimicrobial Resistance.

Los antimicrobianos y las superbacterias también afectan a la economía y se espera que cause una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de al menos 3,4 billones de dólares anuales para finales de la década, empujando a unos 24 millones de personas a la pobreza extrema.

Inger Andersen, directora ejecutiva del PNUMA, explicó que la triple crisis planetaria, el cambio climático, la contaminación y la pérdida de biodiversidad, ha contribuido a este fenómeno.

«La contaminación del aire, el suelo y los cursos de agua socava el derecho humano a un medio ambiente limpio y sano. Los mismos factores que provocan la degradación del medio ambiente están agravando el problema de la resistencia a los antimicrobianos. Los efectos de la resistencia de los antimicrobianos podrían destruir nuestra salud y nuestros sistemas alimentarios», advirtió.

 

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