Preservar

La protección contra incendios tiene como principal fundamento disminuir a un valor aceptable el nivel de riesgo de incendio en un recinto o instalación. Especialistas de la Sección de Ingeniería contra Incendios de IDIEM explican que para esto se busca el logro de objetivos clave a través del diseño e implementación de diferentes estrategias.

Por Equipo de Preservar.

¿Cuáles elementos deberían estar presentes en un plan de seguridad contra incendios para que sea adecuado?

En el caso de la situación nacional, la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) contempla como objetivos (Artículo 4.3.1): 1) Que se facilite el salvamento de los ocupantes de los edificios en caso de incendio, 2) Que se reduzca al mínimo el riesgo de incendio, 3) Que se evite la propagación del fuego, y 4) Que se facilite la extinción de los incendios.

Como se puede deducir, estos objetivos intentan disminuir la afectación de personas, bajar los daños que podrían sufrir los bienes producto del fuego y favorecer la continuidad operacional, todos puntos esenciales y de gran importancia para cualquier industria.

Por otro lado, diferentes recintos pueden requerir distintos enfoques en los objetivos planteados y mecanismos alternativos para alcanzarlos. Así, se deben definir estrategias de protección, dentro de las cuales tendrán preponderancia, por ejemplo: el diseño de las vías de escape para una rápida evacuación, la compartimentación de espacios, la instalación de sistemas activos de detección y extinción, la ventilación y extracción de humos, o incluso el control de la carga combustible. En general, se debe establecer una estrategia que pondere cada una de los métodos para lograr de una forma eficiente las metas de protección propuestas.

¿Cómo estamos en este ámbito?

En Chile históricamente hemos visto una falta de actualización de la normativa en esta materia, lo que ha provocado que las nuevas tecnologías o métodos queden fuera de su alcance, a pesar de que ya estén integrados y aceptados en otros estándares internacionales. Por eso, muchas veces suelen utilizarse como referencia estándares internacionales (como NFPA-National Fire Protection Association- o FM Global, por ejemplo). Sin embargo, en los últimos años se ha logrado una compresión mayor sobre la seguridad contra incendios y un significativo aumento en el compromiso tanto público como privado con esta disciplina. Actualmente se encuentran en desarrollo nuevos estándares nacionales sobre protección pasiva y activa que deberían salir a la luz en el corto plazo y han nacido agrupaciones que buscan impulsar ese desarrollo técnico a nivel nacional, como la Asociación Nacional de Protección contra Incendios – ANAPCI. En ese sentido, IDIEM de la Universidad de Chile cuenta con profesionales de gran experiencia e instalaciones especializadas que le han permitido formar parte del desarrollo normativo y fomentar el crecimiento técnico a través de cursos específicos, como el Diploma Diseño contra Incendios que IDIEM imparte periódicamente.

Miguel Ángel Pérez Arias, MSc Structural and Fire Safety Engineering, University of Edinburgh, Jefe de Proyectos de Sección de Ingeniería contra Incendios de IDIEM.

¿Qué tipo de empresas y de qué áreas son las más preocupadas en esta temática?

En general, la mayoría de las empresas debe tener algún nivel de compromiso con la seguridad contra incendios, al tener que cumplir con las obligaciones que la normativa nacional establece. Lamentablemente, en algunas áreas (como protección activa, por ejemplo) tales requerimientos son escasos o ambiguos, por lo que el nivel de protección es inferior o menos eficiente al que se podría conseguir usando otros estándares. Sin embargo, hay empresas que usan normativa más especializada para generar mayores niveles de seguridad. Es así como organizaciones que en su funcionamiento albergan una gran cantidad de personas en espacios relativamente reducidos o con un número limitado de vías de escape (como las de transporte subterráneo o terminales aéreos), dan especial importancia al análisis del diseño arquitectónico y de la ventilación de los recintos para que en caso de incendio se logre evacuar en forma segura y oportuna a la gente, y el incendio pueda ser controlado con los equipos internos o con apoyo de Bomberos.

¿Qué ocurre en el caso de la minería?

También las empresas mineras tienen especial preocupación por la seguridad contra incendios, lo que se observa básicamente en la protección de equipos críticos (de alto costo y esenciales para la producción) y en los estudios de ventilación en yacimientos subterráneos, donde las consecuencias producto de incendios pueden ser devastadoras. En estos casos, el correcto diseño, implementación y mantenimiento de los sistemas de protección contra incendios y de los sistemas de ventilación y movimiento de humo son claves para garantizar el cumplimiento de los objetivos planteados.

Adicionalmente, en ciertas instalaciones se ocupan métodos predictivos avanzados que permiten establecer la condición actual de la máquina y alertar en caso de que alguna de las variables monitoreadas se salga de los márgenes seguros. Con esto se intenta evitar una falla catastrófica y un eventual incendio. En este sentido, las compañías de seguro establecen requerimientos adicionales que los asegurados deben verificar en sus instalaciones, con el fin de lograr una  disminución adicional del riesgo de incendio, tratando de prevenirlo y de acotar sus consecuencias.

En los casos mencionados suelen utilizarse como estándares de referencia normas y documentos técnicos específicos (NFPA o similares) y herramientas computacionales que son clave en el desarrollo de diseños y verificación de soluciones que permitirían conseguir un mejor compromiso costo/beneficio. Este tipo de estudios son reconocidos por los estándares internacionales, y con esa base IDIEM ha venido desarrollándolos con éxito desde hace más de 15 años.