Una dieta apropiada es fundamental para disminuir la incidencia de caries
Uno de los daños colaterales provocados por el Covid-19 ha sido la disminución de las visitas al dentista. Descuidar la salud oral puede tener graves consecuencias: más allá de un dolor de muelas, las caries pueden afectar directamente nuestra salud, incluyendo nuestro sistema cardiovascular. La dieta desempeña un papel relevante para reducir su aparición.
Por Equipo de Preservar/Agencias.
Un 44% de los consultados en la encuesta Odontología en pandemia: ¿Cómo ha afectado el COVID-19 la salud oral de Chile? del Colegio de Cirujano Dentistas y el Centro de Epidemiología y Vigilancia de las Enfermedades Orales (Ceveo), de la Facultad de Odontología de la Universidad de Chile, manifestó haber tenido algún problema dental en el transcurso de la pandemia, mientras que un 34% de quienes presentaban problemas dentales desde antes de la misma, declaró que la patología aumentó su severidad. Entre las principales patologías descritas por los encuestados destacaron las caries, con un 19%, el dolor, con un 14% y enfermedad periodontal, con un 12%.
La salud bucal ha sido una de las grandes postergadas a raíz de las restricciones asociadas a la pandemia. Sin embargo, posponer los tratamientos dentales, en particular de las caries, puede tener consecuencias insospechadas. Patología generalizada que afecta a más del 35% de la población mundial, en Chile casi el 100% de la población de más de 65 años tiene caries y ha perdido al menos una pieza dentaria por esta causa. Esta afección a los dientes, más allá de una preocupación estética o una molestia cuando sufrimos de dolor, puede llegar a causar problemas de salud bastante serios.
Diversos estudios han relacionado esta condición con una mayor prevalencia de enfermedades graves, como por ejemplo -según la Clínica Mayo- la angina de Ludwig, celulitis del piso de la boca potencialmente letal por compromiso de la vía aérea, y la endocarditis bacteriana, causada por la diseminación de las bacterias desde la cavidad oral hasta el corazón a través del torrente sanguíneo. Según la Asociación Americana del corazón (AHA), otras condiciones, como la arteriosclerosis y los accidentes cerebrovasculares también se han relacionado con la inflamación causada por las bacterias bucales. Además, la mala higiene bucal durante el embarazo puede provocar partos prematuros y otras complicaciones obstétricas.
La influencia de la dieta
Si bien la pandemia no ha contribuido al buen cuidado de nuestra salud oral, además de una buena higiene, una buena alimentación puede ser una aliada vital para ayudar a nuestros dientes a protegerse de las caries. Más allá de lo evidente -reducir el consumo de bebidas y comidas altas en azúcar y cepillarse los dientes tras las comidas utilizando dentífricos con flúor- hay ciertos alimentos que contribuyen a mantener las caries bajo control.
Una dieta que privilegie la ingesta de alimentos que contengan calcio, como leche, yogurt, quesos, frutos secos, legumbres, espinacas y coles de Bruselas permite mantener las piezas dentales en mejor estado. La fibra contenida en frutas y verduras también contribuye a evitar la formación de placa bacteriana, que es el primer paso para que se aniden las bacterias que crean las caries.
Asimismo ayudan los alimentos altos en vitamina D -que facilitan la absorción de fósforo y calcio, además de proteger a las encías y dientes de infecciones- como el atún, salmón y sardinas; que contengan vitamina C -que estimula la producción de colágeno, principal componente de las encías- como frutos cítricos, ají, perejil, brócolis y pimientos y ricos en vitamina B, como arroz y cereales integrales, que ayudan a mantener dientes y encías sanas.
Adicionalmente, estudios recientes han relevado la acción benéfica del huevo para prevenir las caries gracias a ciertas propiedades únicas de sus proteínas. En primer lugar, el estudio de Kim HJ, Lee JH, Ahn DU, Paik HD, “Anti-Biofilm Effect of Egg Yolk Phosvitin by Inhibition of Biomass Production and Adherence Activity against Streptococcus mutans”, destaca a la fosvitina, principal fosfoglicoproteína de la yema, pues tiene una actividad antioxidante y antimicrobiana, y elimina e inhibe la formación y adherencia en los dientes del biofilm, la película que se forma en el esmalte dental por la acción de la bacteria streptococcus mutans, causante de las caries.
En segundo lugar, la ovoalbúmina, principal proteína de la clara del huevo, ayuda a evitar la desmineralización del diente sometido a un ambiente cariogénico con sacarosa. La ovoalbúmina del huevo ejerce directamente un rol anti-caries al reducir la caída del pH, la desmineralización, la formación de biomasa y la producción de polisacáridos de adherencia, que van carcomiendo el esmalte y la dentina, según releva el estudio de Giacaman RA, Jobet-Vila P, Muñoz-Sandoval C, “Anticaries activity of egg ovalbumin in an experimental caries biofilm model on enamel and dentin”.
“A estos estudios podemos agregar que existe otro componente del huevo, la lisozima, que representa el 37% de la membrana vitelina del huevo, que tiene un fuerte efecto antibacteriano y antifúngico y se expresa abundantemente en la saliva. Esta proteína, junto con otras moléculas, es parte de la inmunidad innata salival para controlar el crecimiento y la proliferación de la biopelícula dental, es decir, nos permite también proteger a nuestros dientes de esta condición”, explica el médico pediatra y expresidente de la Sociedad Chilena de Pediatría, Francisco Moraga. “En conclusión, una buena higiene dental y una dieta equilibrada, que incorpore además al huevo, son grandes aliados de nuestra salud oral y cardiovascular”, finaliza.